Autor: Alonzo Yzasiga
Ilustración de Dashield Warren Klay

Rómulo Valviery podía considerarse un hombre exitoso, lo tenía casi todo en la vida: mujeres que lo adoraban, el suficiente dinero para satisfacer sus más oscuros deseos, y una salud inquebrantable. Pese a ser un sexagenario, poseía la suficiente vitalidad para quedarse a trabajar de noche. El lugar era una de sus oficinas acondicionada artificiosamente para servirle como “base de operaciones”, en el cuarto piso del más reciente edificio construido por su empresa. Rómulo era la cabeza de Valviery y asociados, una compañía dedicada a la construcción, con varios años ya de existencia, y en pleno año 2025, una de las más solidas en su rubro; pese a ello, él soñaba con el monopolio absoluto, algo que imaginaba podría llevar a cabo antes de su muerte.
El edificio, exceptuando el área donde se encontraba su oficina principal y otras destinadas a sus secretarias y asesores, se encontraba vacío, aunque la mayoría de los pisos ya habían sido adquiridos. El empresario recién habilitaría su posesión los próximos días. Ya dispuesto a retirarse decidió marcar el móvil y avisar a su chofer para que lo espere en recepción, sin embargo, la llamada entrante, cuyo número desconocía, lo tomó por sorpresa.
- No se asuste, pero dese prisa y huya – la voz era completamente neutra, no reflejaba emoción alguna – su vida corre peligro.
- ¿Pero quién demonios es usted? ¿Me está amenazando?- increpó enojado, pero ya era inútil, ya habían colgado.
Llamadas como aquella no eran novedad para Valviery, no se llega a millonario si uno se deja intimidar por ese tipo de situaciones, lo que le molestaba y dejaba pensativo era que se comunicaran por una línea que él consideraba estrictamente privada y segura. Entonces lo vio, en medio de la nada, levitando afuera del edificio, sonriendo.